Estamos ya inmersos en el año del
V Centenario de Santa Teresa y en las celebraciones en honor a la Santa. En
Consuegra también podemos congratularnos de poseer un convento carmelita que se
levantó a finales del siglo XVI como fundación dentro de la reforma propiciada
por la santa. Rescataremos hoy una crónica carmelitana, fechada en 1683, donde
se apuntan varios datos sobre la creación del convento consaburense. Dedicamos
estas líneas, a todas las monjas (muchas de ellas consaburenses) que han pasado
por nuestro convento desde aquel 3 de mayo de 1597 hasta la actualidad, donde
la comunidad sigue manteniendo viva la llama de la Fe y el cariño a la orden a
la que dedican su vida.
Dice
la crónica que el convento de Consuegra se llama de San José, fue costeado
principalmente por el prior de San Juan don Fernando Álvarez de Toledo,
perteneciente a la importante familia de los Alba. Ofreció para fundar el
convento 12.000 ducados, algunas alhajas y algunas rentas. Quiso dotar el
convento con renta para cuatro capellanes. Murió el prior sanjuanista el 21 de
octubre de 1591, dejando en su testamento dispuesta la ayuda para este
convento. Además, dejó fijada como obligación, que su cuerpo fuera enterrado en
la capilla mayor del convento consaburense. Llegó 1597, y se eligieron a siete
hermanas para funda el convento Carmelita de Consuegra, que fueron: Maria del
Nacimiento (Priora), María de San José (subpriora), Francisca de las Llagas,
María de la Encarnación, Ana de San José, Juana de Jesús y Luisa de San
Gregorio, siendo las dos primeras discípulas de nuestra querida Santa Teresa de
Jesús.
Pasó
un tiempo, y los fondos que había cedido el Prior para su economía, se encontraron
embargados ante las deudas que también había dejado el bueno de don Fernando de
Toledo, y por ello, ante las estrecheces y falta de fondos, intervino un
madridejense muy conocido, fray Melchor Cano, de la Orden de Santo Domingo, el
cual intercedió ante el rey Felipe III, para que se anulase el embargo que
pendía sobre la dotación del Prior, y así ese dinero repercutiera en la
comunidad. Desgraciadamente, no llegaron íntegros los 12.000 ducados y las
pobres hermanas tuvieron que seguir reclamando donaciones y ayudas por doquier.
En
la crónica, hemos encontrado un dato curioso y a la vez novedoso, relativo al
enterramiento del prior don Fernando Álvarez de Toledo. Hasta ahora sabíamos
que se había enterrado en la iglesia original del convento, la cual se modificó
un siglo después, transformándose en la que actualmente conocemos, tal y como
ha comentado ya nuestra compañera Ángeles Anaya en el blog "Tesoros de Consuegra", del Círculo Cultural Consaburense, (pinchar para ver el artículo). Pues bien, en la crónica se dice que el
cuerpo del Prior, originariamente se había enterrado “en la parroquia de Santa María” y que
gracias a María del Nacimiento, Priora del mismo, se consiguió que el Prior don
Antonio de Toledo autorizase el traslado al interior del convento, como así lo
había dispuesto su fundador. Desgraciadamente, nos siguen faltando datos para
poder ubicar exactamente el cuerpo del Prior, pero, no cesamos en investigar, y
quién sabe si dentro de muy poco tiempo, estaremos cerca de poder ubicar el
enterramiento de este interesante personaje de la España del siglo XVI.
Seguiremos recordando en sucesivas entradas del blog, más datos y
curiosidades del convento de Carmelitas Descalzas de Consuegra.
José García Cano
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